¡SOY LIBREEE!!!
(de humo)
Nunca me gustó la perfección. Me aburre. Me incomoda.
Por ello es que, durante mis “casi” cincuenta años, me he topado con algunas que otras dificultades a la hora de superar pruebas; puesto que no encontré nunca las palabras que expresaran mi postura al respecto.
Así transcurrí mi vida escolar disfrutando la sutil belleza de un 8, la explosiva alegría de los 9 y detestando al escandaloso 10.
Se que he decepcionado a muchos que buscaban competir conmigo y yo, con mi paso lento del interior, me corrí dejándoles espacio más que suficiente, para que me pasaran y ganaran.
Y todo esto viene a cuento de que estoy a punto de cumplir 9 meses sin fumar!!! jaja me imagino su sorpresa al leer esto último!! jaja, pero es por eso que descubrí tardíamente mi aprensión a la perfección.
Fumar cuando yo comencé con el vicio, era una bandera de REBELDÍA que me alejaba de la perfección la distancia insuperablemente deseada desde lo más profundo. Y yo la levanté orgullosamente bien en alto durante cenicientos 35 años. El cigarrillo era mi dedo número once. El olor a pucho conformaba parte de mi aroma personal y mis tiempos estaban rigurosamente acomodados con los 40 cigarrillos que me fumaba a diario, sin que se me olvide ninguno.
Con todo esto: ¿cómo imaginar que podría dejar de fumar?
¿¿Por salud??? (me tenía que operar sí o sí del corazón)
¿¿por el mágico combo “Champix”+chicles+parches”??
¿¿Por lo que sea? lo dejé.
¡¡¡ LO DEJÉ!!!
YO… yo lo dejé.
Aún suspiro buscando la respuesta que nunca llegará, de cómo hice para fumar tanto??? ¿En qué momento?
. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . .. ...
La maravillosa sensación que tengo al pasar el tiempo sin humo, es que soy libre. Que al dejar de fumar me desprendí de algo que me ataba a un espacio que no quería estar más.
Me alejé de un pasado gris. Conflictivo. Complejo. Difícil.
Y va más allá del despertar de los sentidos del olfato (que tengo tan agudo que la paso mal!!!) y el gusto. O el poder respirar sin que se me acabe el aire, sin tos, sin ese horrible olor…
SOY LIBRE. Más libre que nunca.
Ahora mis imperfecciones son reinas de hacer y ser donde quieran lo que sea, lo que puedan…
y punto...